El valor de un inmueble depende de la finalidad con la que se esté valorando y efectivamente, un inmueble puede tener múltiples valores. En el ámbito técnico, estos distintos valores se denominan BASES DE VALOR. La elección de una base de valor u otra tiene que ver con el propósito con el cual se esté realizando la valoración, y determinará tanto el método de valoración utilizado como los resultados.
Valor del Mercado es la cuantía estimada por la que un inmueble debería intercambiarse en la fecha de valoración cuando ambas partes, comprador y vendedor, están dispuestos a realizar la operación. Es una transición libre, sin presiones y prudente.
Lo más habitual es que el valor de mercado no coincida con el precio oferta ni con el de cierre, ya que no se tienen en cuenta factores subjetivos que pueden llegar a influir, como puede ser el factor sentimental del inmueble o la urgencia de venta.
El Valor Real del Mercado es el precio que determina comprador y vendedor en la negociación de la compra de un inmueble, donde ambos manifiestan su acuerdo con el precio fijado para dicha compraventa.

Valor Catastral es un valor administrativo fijado objetivamente para cada bien inmueble y que resulta de la aplicación de los criterios de valoración recogidos en la Ponencia de valores del municipio correspondiente. El valor catastral sirve de base imponible para el cálculo de impuestos relacionados con las operaciones inmobiliarias. Este valor se suele revisar todos los años, con la revisión anual en función de la evolución de la zona y de los precios. Con carácter general, el valor catastral de los inmuebles no podrá superar el valor de mercado. Podemos decir que el valor catastral está calculado a partir de dos valores: El valor real del suelo y El valor de la construcción. Estos dos valores entran en una proporción determinada para configurar los valores catastrales de cada inmueble.
Valor del Suelo es el valor del terreno antes de su edificación.
Es decir, el valor que tiene un terreno y que no se devalúa por su uso residencial.
Para conocer el valor del suelo de una propiedad, se debe conocer diversos factores que afectan su cálculo.
La localización del inmueble, sus circunstancias urbanísticas y capacidad de producción son elementos básicos para el cálculo del valor del suelo. Además, para este cálculo se tienen en cuenta el coste de la ejecución de las construcciones y los beneficios y los tributos que gravan la construcción, así como las condiciones históricas y artísticas de la edificación.
Para obtener el valor del suelo se resta del precio de un inmueble todos los costes vinculados con la construcción.
Valor de Construcción entendido como uno de los componentes del valor de los inmuebles, se refiere al valor de todos los elementos constructivos del mismo a una fecha determinada.
El valor de la construcción es el resultado de multiplicar la superficie construida por el valor unitario de construcción (precio/m²).
El cálculo del valor de construcción requiere tener en cuenta el importe de los materiales, la mano de obra, equipos, permisos, tasas, impuestos y honorarios profesionales. La calidad de los materiales y el nivel de acabado son factores clave para determinar el valor de la propiedad.
El valor catastral de una construcción es determinado por la superficie construida multiplicada por el precio unitario obtenido del cuadro y los coeficientes correctores del valor de las construcciones aplicables. Estos coeficientes son definidos y toman en cuenta diversos factores, tales como la calidad de la construcción, la ubicación geográfica y la edad de la edificación.

Valor Hipotecario es el valor de la vivienda que se obtiene de una tasación prudente y objetiva, basada en aspectos que realmente influyan en él, como: el valor del bien a largo plazo, las condiciones del mercado general y local, el uso del inmueble en el momento de la tasación.
El valor otorgado está regulado por la Ley Hipotecaria con lo cual no hay especulación en el valor de la vivienda.
El valor hipotecario es el que se tomará como referencia a la hora de solicitar y formalizar el préstamo hipotecario y que sirve como garantía al banco.
Sobre el valor hipotecario se determina el importe máximo que el banco prestará para la operación de compra.
Valor Fiscal es establecido por la Agencia Tributaria y se utiliza para calcular los impuestos que se debe pagar al realizar una transacción inmobiliaria. El valor fiscal no es lo mismo que el valor catastral, Aunque estas dos cifras suelen estar relacionadas, no siempre son iguales.
La Agencia Tributaria basando se sobre el valor catastral calcula la cuantía de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y de la Plusvalía (IIVTNU), y a base del Valor de referencia catastral determina los impuestos de Transmisiones Patrimoniales (ITP) y Actos Jurídicos Documentados (AJD) y de Sucesiones y Donaciones (ISD).
Valor Expropiatorio. La expropiación es un término administrativo que significa privar a una persona de la titularidad de un bien o de un derecho, dándole a cambio una indemnización. El Valor Expropiatorio también conocido como “justo precio” o “justiprecio” se calcula como su nombre lo indica un precio justo para el titular y el beneficiario del proceso expropiatorio. Se gestiona mediante la aplicación de las normas de valoración que establece la Ley del Suelo, y dicho valor normalmente no coincide con el Valor del Mercado.
Es importante saber que nadie puede ser privado de la propiedad de un bien si la privación no atiende a una razón de utilidad pública o interés social.
Valor de Inversión. Inversión inmobiliaria es aquel tipo de inversión que se realiza en bienes inmuebles con el objetivo de generar un beneficio económico. Valor de Inversión es el valor particular que un inmueble tiene para un inversor identificado, es decir, un comprador no genérico. Este valor tiene en cuenta los planes de inversión y características concretas de un determinado comprador y, por ello, puede definir del valor de mercado, que siempre considera el punto de vista de un comprador genérico o medio.
Hay dos modelos de inversión inmobiliaria: el primero, enfocado a generar renta y el segundo centrado en la transformación o reposicionamiento para su posterior venta.
Valor Especial y Sentimental. Valor Especial es la base con la que se identifica el valor particular que un activo tiene para un comprador en concreto. Un comprador especial es aquel para quien, por algún motivo, un inmueble tiene una utilidad superior que para el resto de posibles compradores (por ejemplo, el propietario del piso contiguo al que se vende, que pretende unirlos para obtener uno más grande).
El valor sentimental se define como el valor personal y afectivo, derivado de los recuerdos personales asociados al mismo, el vendedor aprecia su inmueble de una forma emocional y que está fuera de todo cálculo financiero. El valor sentimental no tiene precio, es incalculable. Las vivencias y los buenos recuerdos son tesoros del alma que sobrepasan el común entendimiento de los seres humanos y es que el valor sentimental en muchos casos pesa más que lo material.

Valor de liquidación es el precio al que podría venderse un inmueble en una venta por liquidación. Puede variar en función de si en dicha venta se dispone de tiempo suficiente para encontrar un comprador o, por el contrario, el vendedor se ve obligado por las circunstancias a vender sin un período de comercialización adecuado y sin que el comprador haya podido analizar a fondo el activo.
Cuando hablamos del periodo de liquidación nos referimos al tiempo en el que, durante la venta de un inmueble, se producen grandes rebajas de precios por diversos motivos, ya sea por quiebra, reforma o traslado.
A veces las promotoras se ven en la obligación de vender las viviendas en un plazo determinado a un precio sustancialmente menor a su valor original y el comprador tendrá el mayor margen para negociar.
Valor Hedónico de un inmueble es aquel que valora el beneficio o perjuicio de un activo ambiental en el precio de esa vivienda. Es decir, algún aspecto ambiental que pueda influir de manera positiva o negativa en el valor de ese inmueble.
Es el valor de la propiedad en base a sus características, tipología, entorno y otros factores que influyen en su atractivo para los compradores potenciales. La valoración hedónica puede ayudar a comprender mejor el valor de una propiedad.
El valor hedónico de un inmueble, debe reflejar la variación de valor de ese activo inmobiliario en relación a otros de la misma zona y mismas características en función a su entorno. Por ejemplo, una vivienda que disponga de vistas despejadas a una Catedral, siempre tendrá más valor que otro inmueble situado en los bajos de un edificio, sin vistas despejadas.