El contrato de usufructo de un inmueble permite al dueño de un bien inmueble ceder su derecho de uso y disfrute a una tercera persona.
El contrato de usufructo contiene los acuerdos, derechos y obligaciones pactados entre el propietario y el usufructuario: el derecho de disfrute y el deber de cuidado de la vivienda por parte del usufructuario, la obligación del propietario es la de realizar las reparaciones necesarias por el deterioro derivado del paso del tiempo, entre otras.

Esta cesión puede ser por un tiempo determinado (usufructo temporal) o bien para toda la vida (usufructo vitalicio). Este derecho incluye el uso y disfrute del bien y poder quedarse con los frutos que pueda obtener del bien, que en el caso del usufructo de una vivienda serán las rentas de un alquiler.
El derecho de usufructo no se transmitirá a los herederos del usufructuario.