A través del contrato de donación de un inmueble, una persona llamada donante transmite gratuitamente a la otra llamada donatario un bien inmueble que forma parte de su patrimonio. Por su parte, el donatario acepta esta transmisión.

En el caso de los bienes inmuebles (o de cualquier derecho sobre los mismos; p.ej. usufructo, hipoteca) la donación debe constar en una escritura pública para ser válida. A pesar de que es posible utilizar este modelo y celebrar solo un contrato privado de donación, no obstante, la donación será nula si las partes no comparecen en una Notaría para hacerla constar en un documento público y además, para que la donación tenga plenos efectos frente a terceros, es necesario inscribirla en el Registro de la Propiedad.